Federico Martinez (4/10/19)
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Probablemente hayas leído o escuchado alguna vez sobre Pareto, el economista y filósofo italiano mayormente conocido por el desarrollo de su regla 80 - 20. La regla (enunciada a partir de un estudio estadístico) básicamente dice que la mayor parte de algo (80%) es producto de una minoría (20%). Y este es un concepto muy importante si podemos aprender a aplicarlo. Puntualmente en el caso de nuestra actividad del día a día, podríamos preguntarnos por ejemplo qué 20% de nuestras acciones producen el 80% de los resultados que necesitamos producir. Esta distinción es absolutamente significativa considerando que mayormente las personas ocupamos (inversamente) el 80% del tiempo en el 20% de las cosas con menos impacto. En una realidad donde “rápido" es cada vez mas rápido y “adelante" es cada vez mas corto, esta es una de las razones principales por las que mayormente el tiempo no nos alcanza. Desde esta perspectiva, a lo largo de los años me fui dando cuenta de que la única forma de multiplicar nuestro tiempo es identificar cuáles son las cosas que deberían estar en ese 20% y que permiten producir el 80% de los resultados. Y una de esas cosas es desarrollar otras personas que a su vez tienen la posibilidad de producir un resultado concreto. Pero la regla 80 - 20 no solo aplica a nuestro liderazgo. Desde una perspectiva de construcción de portafolio por ejemplo, la idea de diversificación no solo implica diferentes grados de riesgos sino también que para producir un resultado buscado (rendimiento) no necesito necesariamente estar el 100% en un activo. En otras palabras, muchas veces el 20% de un tipo de inversión en nuestro portafolio puede producir el 80% de la rentabilidad anual que estamos buscando. Pareto también nos ayuda a entender por qué es necesario invertir si aspiramos a poder tener la opción en algún momento de decidir no trabajar tan activamente. Si bien el mayor pilar de construcción de patrimonio inicialmente es nuestro trabajo, la inversión nos permite multiplicar nuestro tiempo. Como ejemplo una persona que trabaja 8 horas por día, trabaja 2.080 horas al año. Suponiendo que pueda tener inversiones y de esas inversiones pueda obtener el equivalente al 4% de sus ingresos anuales con una dedicación de 12 horas por año (3 horas por trimestre) a la revisión de sus inversiones, la relación es obvia. En este ejemplo estaría multiplicándose, produciendo el equivalente al 4% de sus ingresos pero usando solo 0,6% de su tiempo. En conclusión, la regla de Pareto no es otra cosa que un principio de efectividad personal, profesional y patrimonial que deberíamos considerar al momento de diseñar todo lo que hacemos.
Con gran respeto, Federico Martinez Patrimonio • Carrera • Efectividad Personal |
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